El coaching de familia resulta especialmente eficaz para averiguar qué está ocurriendo, fijar metas compartidas, y desarrollar una cultura familiar basada en valores, con un carácter propio y relaciones profundas, maduras y de calidad.
Aprenderemos a incorporar nuevas dinámicas que mejoren la convivencia y refuercen los lazos entre todos los miembros de la familia. A convertirnos en poderosos agentes de cambio para mejorar y arreglar las situaciones que afectan a todos.
Practicaremos pasar del “yo” al “nosotros”, de la independencia a la interdependencia. Se trata de atrevernos a cambiar. Un verdadero desafío en la vida familiar.